domingo, 30 de enero de 2011

First Love

Es una canción que describe perfectamente cómo me siento… Y metafóricamente hablando, sí, su último beso me supo a tabaco…

 

 

¿Por qué sigo atormentándome? No debería añorar lo que ya no existe, no debería pensar en quien no debo. Una persona me ha dado mucho estos días, y no soy capaz de recompensarle olvidándome de ti…

martes, 4 de enero de 2011

Vacío en mi interior…

Te busco y no estás.

Te miro y no te veo.

Te quiero y no me correspondes.

Es un sinvivir.

Noches en vela, rumores corriendo, la sangre llega hasta el río, en lugar de entrar a mi corazón.

No fui capaz de ser sincero contigo, no quería tu dolor.

Alguien se metió por medio, y ni tan siquiera preguntaste ¿por qué?

Diste por hecho, lo que realmente eran conjeturas.

No supiste entenderme, no.

Desechaste el diálogo, te aferraste a otro tipo de cariño.

A veces andando por la calle, paro, respiro hondo, y una presión que me llega desde lo más hondo del estómago me hace toser… Es ese momento cuando me imagino lo peor…

A veces, andando por la calle, paro, miro a mi alrededor, y no veo gente…

A veces, andando por la calle, no paro, cierro los ojos, y deseo que solo fuera un mal sueño.

A veces, paseando. Tranquilamente, paso al lado de una calle donde estuvimos juntos “Por aquí también se tiene que llegar” ¿no? ¿Recuerdas hace casi 6 años? En donde estoy ahora…

A veces, parado, miro al suelo. Pienso. Intento no recordar.

Pero me puede. Vivo cada momento a cada detalle. Y deseo que hubiera sido de otra manera. Me pongo a recordar. E intento modificar mis recuerdos, dándole distintos desenlaces. Aprieto los puños y los dientes. Cuando me quiero dar cuenta, tengo las palmas de las manos doloridas, de la presión. Los dientes adormilados, de apretar de rabia.

¿Mentira, dices? No, sólo que lo tenía guardado bien guardado. Todas mis neuras, todo lo malo, porque no quería mostrártelo a ti… Tenía miedo de que cuando vieses mi locura, me dejaras… Como estaba ocurriendo…

¿No me crees? Quiero volver contigo…

A veces… No es a veces. Es siempre. Pienso en ti… Siempre fue así. ¿Prioridades? Está claro que no quedó claro.

Es todo tan… Ambiguo…

Te quiero. No puedo vivir sin ti. Pero ya es demasiado tarde. Ya todo está hecho. Mi intención no era acabar así. Quería que fuéramos amigos… Comentarte que había alguien que me gustaba, volver al principio… Y finalmente, el día 18 de Enero te diría de nuevo “Es que… Eres tú…” A las 10 menos cuarto. A nuestra hora. En nuestro día.

Pero tuvo que meterse alguien en medio. Tuvieron que no dejarme explicarte siquiera… Y tuviste que hacer lo que más me ha dolido de todo… Y tuviste que reírte de mí… Y tuviste que hacerme sufrir hasta más no poder… Y decidí que no podía vivir sin ti, y que no iba a vivir…

Pero ni eso pude. Me intento engañar a  mí mismo: “Venga, calma, venga, no es nada, venga, ya saldrás, venga, otras habrá”

NO HAY OTRAS, no las hay. No como tú. Mi vida. Mi amor. Mi cielo. Mi todo. Y me has fallado. No por lo que hiciste, sino por lo que no hiciste. No pediste explicaciones. No quisiste escucharme. Te encerraste en lo que te contaron.

Aún así. A día de hoy, te sigo amando. Te perdonaría hasta la más vil de las maldades. No quiero perderte. Al menos, déjame ser tu amigo. Por favor… Al menos, no me hagas sentir tan solo, no más…

A veces… A veces siento que no puedo. Me derrumbo, no duermo. A veces, desearía no haber nacido.

A veces… A veces noto un nudo en el estómago, recordando aquello que no he visto, pero por poco me cuentan al detalle. Siento ira, tristeza y lástima. Lástima de mí, de mi tristeza y de mi ira. Tristeza porque no estoy contigo, e ira para ser capaz hasta de dejarlo todo para darle su merecido a cuatro personas… Ira para dejar las cosas claras de una vez por todas. Este 18 de Enero, para mí es muy importante. Espero que no haya aún nadie importante en tu vida… Merezco una segunda oportunidad. Tan sólo por lo que fue, nada más. No me castigues así.

Permíteme volver a verte…

Te echo de menos. No puedo seguir así.