Si hay una cosa que odie más que nada, es que un “amigo” me mienta. Bueno, sí, la hay: Que me mienta y encima me utilice. Pero este no es el caso, o al menos, no lo creo así. Parece que quiero ser desconfiado pero no lo consigo del todo.
Pongamos el caso: Un ”amigo”, el cual me ha “comprendido”, me ha “animado” a que siga adelante y me olvide de ella. Qué casualidad, que un día, de repente, me doy cuenta de que me ha bloqueado en el msn, y lo que es más, “aparentemente” por una razón absurda. “Resuelta” la duda, me niega haber hablado con ella “ni por internet” desde hace 3 meses o más, que ella para nada es su tipo. Y también me recalca que sigue soltero y “que va a intentar algo con una que le lleva gustando mucho tiempo”. Pero “no consiguió nada” según él.
A ella la han visto hace una escasa semana, hablando con uno, de similares características a las de mi “amigo”.
Un día antes de San Valentín, a él le da por “querer regalar algo y no sabe el qué” (estado de Tuenti). Y el mismo día de San Valentín, al final del día “Da gracias por los regalillos”
Vamos a ver, dos cosas: Una persona sin pareja, no suele recibir nada por San Valentín, y menos regalar nada… A menos que estemos en Japón y nos declaremos con chocolate. Y llegando a esta conclusión de que sí tiene pareja, llegamos a la segunda cosa… ¿Por qué ocultármelo?
¿Acaso está ella saliendo con él? ¿Es él un amigo de verdad? Sabiendo cómo estoy por ella aún… ¿Por qué me da indicios para pensar que está con ella?
No sé qué pensar… A eso yo lo llamo traición, lo mires por donde lo mires…
Odio, furia, ira, todo junto, vuelve de nuevo a mi cabeza, golpeándome con fuerza… Creo que voy a perder el control de mí mismo como las cosas sigan torciéndose así…
No me decepcionéis más. Mirad qué estáis haciéndome.
¡PARAD YA ESTA TORTURA!
No puedo más, no aguanto más… Te quiero y no quieres ni verme.
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